Tres años atrás cuando recién había egresado del colegio y comenzaba mi vida como una adulta, me tope de frente a lo que era el verdadero mundo el cual había ignorado por estar en mi pubertad lo que realmente significaba tomar las riendas de tu vida y crear tu propio camino con la certeza de que el mismo era complicado dependiendo de las metas que se podían trazar.
Tome la decisión que convertirme en escritora porque el simple hecho de escribir para mí siempre fue una especie de catarsis donde nadie tenía derecho a decirme nada, a veces escribía por pasatiempo y hasta tuve mis diarios intimos para poner mis ideas y mis puntos de vista pero siempre dije que no valía la pena guardalos para mí sino compartirlos sólo que no supe cómo.
Fue ahí donde pensé que lo mío tenía que ver con la escritura y el idioma, las letras eran mi fuerte pero no quería hacerme profesora de español porque no quería aprender de didáctica. Comencé a investigar sobre posibles carreras y me di cuenta que lo mío era el periodismo.
Mi relación con el periodismo me ha llevado a ser una persona con más certeza y a ser más cuidadosa con las cosas que escribo, me llaman la atención los textos que leo en medios impresos y siempre me ha gustado leer y ser más críticas a las cosas que leo.
He llegado a querer y a crecer de forma humana con mi carrera porque me ha ayudado a tener un acercamiento a mi país y a darme cuenta que tengo una responsabilidad grande como ciudadana. Mis tareas informar y comunicar a los ciudadanos y ser como un puente de interpretación sobre lo que está a mi alrededor se me hizo atractivo. Es por eso que al cumplir casi tres años como estudiante de periodismo, espero ser una periodista excelente y que mis textos sean leídos y sean atractivos para los lectores. Esa es mi meta y es por lo que lucho.
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